miércoles, 6 de marzo de 2013

La chimenea dorada...


Después de la tempestad casi siempre viene la calma, en este caso la calma llega teñida de dorados, con barro en el suelo, con objetivo que hay que probar, y con un patio que puede calificarse de muchas cosas, pero sobre todo, de particular, porque está particularmente habitado por restos de malla, vallas tiradas, carteles de neón de sepa dios cuando, y otro sinfín de bártulos que, algún dia, se supone que tienen que desaparecer de ahí, pero que de momento, convivimos con ellos en una calma tensa que a veces es más que calma.

Entre todo ese sindiós, la parte bonita de (aquí me está dando miedo a equivocarme, por las represalias de los autóctonos) la chimenea del horno tinajero que se supone que se iba a conservar, a restaurar, a cambiar de sitio o noseque murga, pero que de momento ahí está, dispuesta a que yo eche la tarde entre patinazos en el barro y pasos palante y patrás para probar un 50 mm que todavía no se ha hecho amigo mío, pero que de vez en cuando llegamos a un acuerdo....

Seguiremos intentándolo...

No hay comentarios: